Investigación -UNLP CONICET-
Las inundaciones en La Plata, Berisso y Ensenada
ORACIÓN PARA DESASTRES NATURALES
Padre Celestial y Todopoderoso Señor,
Las tormentas empeoran cada año;
sube la frecuencia, intensidad y
destrucción de los desastres naturales
Cúbrenos, porque el relámpago y el granizo,
la nieve, la neblina, y el viento tempestuoso;
todos ellos cumplen tu mandato.
Sácanos de la fosa de la muerte,
del lodo y del pantano;
pon nuestros pies sobre la roca,
y haznos habitar en tierra firme.
Que el cimiento de nuestra casa sea como una roca,
de manera que cuando venga la inundación,
y el torrente azote contra ella,
esta casa ni siquiera tambalee.
Tu estruendo retumba en el tornado
y tus relámpagos iluminan el mundo;
la tierra se estremece con temblores.
Cuando haces oír tu majestuosa voz,
y descargas tu brazo con rugiente ira
y llama de fuego consumidor,
con aguacero, tormenta y granizo;
todo el pueblo tiembla con temor.
Ante Ti tiemblan las montañas
y se desmoronan las colinas.
Ante Ti se agita la tierra,
el mundo y cuanto en él habita.
¿Quién podrá enfrentarse a Tu indignación?
¿Quién resistirá el ardor de Tu ira?
Tu furor se derrama como fuego;
ante Ti se resquebrajan las rocas.
Mi familia y yo somos tus hijos Señor,
no vengas contra nosotros con truenos,
terremotos y gran estruendo,
con violentas tormentas,
ni con devoradoras llamas de fuego. +
Nosotros nos hemos vuelto a Ti con corazones humildes,
perdona nuestros pecados y no derrames tu castigo,
no hieras nuestros campos con incendios, plagas,
ni con granizo toda obra de nuestras manos. +
Ahora te alabo Señor,
porque eres lento para la ira,
imponente en tu fuerza.
Caminas en el huracán y
también en la gran tormenta;
las nubes son el polvo de tus pies. +
Aunque cambien de lugar las montañas
y se tambaleen las colinas,
no cambies tu fiel amor por nosotros,
ni que tampoco vacile tu precioso pacto de paz. +
Somos tu pueblo, guarda nuestras vidas.
Tú eres nuestro amparo y fortaleza,
Tú eres nuestro pronto auxilio
en medio de la destrucción. +
En el nombre de Jesús,
Amén